Parece un lugar común pero lo cierto es que la política es, en definitiva, una cuestión de prioridades, una cuestión de elegir qué es más urgente, más beneficiosos para la ciudadanía y, en definitiva, mejor para el conjunto de la sociedad. Esa elección de prioridades es tan trascendente que dice más de un responsable político que ninguna otra decisión o declaración de intenciones.
Y sin duda, la elección de las prioridades del Consejero Alberto Cubero en este año dice muchísimo, aunque habría que hablar, en realidad de una única prioridad: la remunicipalización de servicios. A ese objetivo se ha consagrado en cuerpo y alma Alberto Cubero aunque con exiguos resultados, cuando no se ha convertido en fuente de conflictos tal y como ocurrió en relación al conflicto de la huelga de AUZSA.
Pero frente a todos los esfuerzos del área de Servicios Públicos en la municipalización no puede decirse ni mucho menos lo mismo respecto a la mejora de la calidad de los propios servicios. Concentrando toda la atención en quién presta el servicio, Cubero y su equipo se han olvidado de trabajar en la mejora de esos mismos servicios. El resultado no puede ser más desolador: menos limpieza, menos cuidado de los parques y jardines y menos atención del arbolado. Un bloqueo absoluto de la gestión de esos servicios que convierte este año en un año perdido.
Pero si la gestión de los servicios públicos se ha caracterizado por el dogmatismo ideológico del concejal Cubero, sucede exactamente lo mismo en el área de Personal que también gestiona. Durante este año, la incapacidad y la lentitud para sacar adelante proyectos básicos como la Relación de Puestos de Trabajo o el Decreto de Estructura, se han combinado una auténtica caza de brujas contra muchos funcionarios que tuvieron responsabilidades de distinto tipo bajo gobiernos socialistas e incluso del Partido Popular. Esta política de maltrato sistemático y ceses, se ha visto agravada con declaraciones completamente intolerables por parte del señor Cubero cuestionando a estos funcionarios y con algunos ataques personales contra funcionarios concretos que son simplemente inaceptables.
El PSOE considera que es necesario un cambio de rumbo radical en esta área. Un cambio que prime la calidad de los servicios frente al dogmatismo ideológico que lleva a defender la municipalización de servicios a toda costa, por encima de los informes técnicos y que ponga el foco en una prestación más eficiente, segura y económica. Por otra parte, consideramos imprescindible abordar un plan de modernización de la administración dentro del cual se incorporen sistemas de dignificación de las condiciones de los empleados municipales que permita ofrecer oportunidades de mejora y promoción primando la calidad de los servicios.