Los Socialistas de Zaragoza hemos protagonizado los mejores añosde la ciudad. Nos sentimos orgullos herederos de un legado clave en la transformación de Zaragoza a lo largo de casi 40 años de democracia de los que casi 30 han transcurrido con gobiernos del PSOE. Cuando al PSOE le ha ido bien, a Zaragoza le ha ido mejor.
Ese principio nos ha llevado a ejercer la oposición con un espíritu propositivo pero libre de complejos frente a una Zaragoza en Común que ha mostrado su incapacidad para hacer políticas de modernización de la ciudad y sobre todo para administrar una mayoría de izquierdas como la que resultó de las elecciones de 2015.
La forma en la que Zaragoza en Común ha defraudado las expectativas de una mayoría clara de ciudadanos progresistas a la hora de gestionar la confianza recibida, nos sitúa a los socialistasante nuestro principal desafío: mostrar a los votantes progresistas de Zaragoza que existe una izquierda capaz de gobernar para todos, de transformar la ciudad. Una izquierda que cuenta con un proyecto y un modelo de ciudad tangible y que tiene voluntad, capacidad y talento para llevarlo a cabo.
A partir de ahora, en esta segunda parte de la legislatura, nos proponemos acentuar aún más la línea política constructiva seguida hasta ahora, con una clara vocación propositiva. Con ello, pretendemos comenzar a construir los cimientos del proyecto que, estamos convencidos, convertirá nuevamente al PSOE en la fuerza principal y de referencia de la izquierda en Zaragoza.
Un proyecto de izquierdas capaz de transformar e integrar a la gran mayoría de la sociedad abierta y progresista de Zaragoza. Un proyecto basado en la ambición que los socialistas de Zaragoza siempre hemos tenido de transformar la ciudad al servicio de sus habitantes, de quienes viven y de quienes vienen a trabajar y de quienes vienen de paso.
Un proyecto que, combinado con la misma firmeza en la denuncia de los excesos y torpezas de Zaragoza en Común, dará paso un gobierno de izquierda liderado por el PSOE a partir de 2019.