La pasada semana Micrófono Abierto, un programa de radio online realizado por estudiantes de Zaragoza, fue víctima de amenazas por parte de la ultraderecha. Todo comenzaría cuando anunciamos la celebración de un debate dedicado a la Memoria Histórica, un monográfico realizado desde el restaurante Casa Emilio y al que asistirían representantes del Partido Socialista, Ahora en Común, Partido Popular, UPyD y Amnistía Internacional, entre otros colectivos.
Desde entonces sufrimos una campaña de boicot contra el programa, además por negarnos a abrir los micrófonos a los totalitarismos, nos amenazaron con reventar el espacio organizado para ese día. Nosotros lejos de doblegarnos decidimos plantar cara y denunciarlo a través de la prensa, las redes sociales y poner en conocimiento de la Policía lo sucedido hasta entonces. A partir de ahí vivimos horas de tensión para todo el equipo y nos generaba dudas el hecho de si sacarlo a la luz sería lo adecuado. Después de reflexionarlo de manera sosegada la dirección llegaría a la siguiente conclusión: contra las agresiones, verbales o de cualquier tipo, el mejor arma era la palabra y la denuncia social. Efectivamente, así fue, cuando observamos que buena parte de la audiencia y algunos medios de comunicación como la Cadena SER, nos apoyaron en todo momento.
La repercusión suscitada provocaría mayor furia a los individuos, al ver su absoluta soledad y el viernes por la tarde, como no podría ser de otro modo, celebramos el debate con total libertad gracias a las Fuerzas de Seguridad y sobre todo al rechazo del público. Cuarenta años después de la muerte de Francisco Franco todavía quedan grupos minoritarios con ideas de corte fascista y por eso debemos estar alerta ante la difusión de su mensaje y condenarles con firmeza. La libertad de expresión es uno de los logros conseguidos en las últimas décadas y por ello precisa de unos limites.
Craso error cometemos a veces al pensar que todas las ideologías merecen tener cabida en nuestro país. No podemos permitir que los divulgadores del fascismo que reprimió a los españoles hasta bien avanzado el siglo XX, puedan lanzar sus discursos adornados de patriotismo y medidas sociales. Desgraciadamente muchos de ellos cuentan con el amparo de la legalidad, aunque todos sabemos que no creen en ella y hacen daño a diario para erosionar los pilares del estado de derecho. En Micrófono Abierto hemos demostrado siempre que somos un medio plural porque damos voz a los miembros de distintos partidos políticos, organizaciones, colectivos y, sin duda, a la ciudadanía de a pie. Escuchamos todos los puntos de vista, salvo que atenten contra los valores de la tolerancia y el respeto.
Las intimidaciones sufridas en los últimos días son fruto del fracaso e incapacidad argumentativa por parte de sectores tan dañinos como insignificantes. La consecuencia ha estado en el éxito y el respaldo por parte de las instituciones y demás ámbitos que conforman el sistema. La consolidación paulatina del régimen constitucional no ha de servir para perder de vista los riesgos que entrañaría un resquebrajamiento de la democracia. La defensa constante del constitucionalismo y por ende de los valores del consenso y el dialogo resultan esenciales para evitar agrietamientos que puedan dar alas a los enemigos de la libertad.
Artículo firmado por Samuel Riad Díaz, analista en Radio Zaragoza (Cadena SER), colaborador en Publicoscopia y director del programa de radio online Micrófono Abierto.