Eso debió pensar el Consejero de Economía y Cultura, Fernando Rivarés, y el portavoz de CHA, Carmelo Asensio, cuando tras la rueda de prensa que ofreció el concejal socialista de Economía, Javier Trívez, decidieron «compartir» la autoría de las propuestas que van a dar progresividad y flexibilidad a los tributos municipales.
Así que ni cortos ni perezosos, pensaron que ya era buena la máxima que dice «quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija» y se atribuyeron la paternidad de la propuesta, defendiéndola con ardor ante los medios de comunicación.
No deja de ser una anécdota, pero demuestra el nivel con el que se transita por la política municipal en Zaragoza. Es un todo vale, pobretón, chusco y tosco.
Claro que hay testimonios documentales que explican cómo fueron las cosas. Y es que el 11 de noviembre de 2015, el PSOE presentó ante los medios de comunicación y en el Registro Municipal –por lo tanto con su número de expediente- una Proposición Normativa que pretendía tanto poner en marcha una tarifa plana (es decir sumar los tributos que cada particular pagar al ayuntamiento y dividirlos entre 12 para pagar cada mes una cantidad fija, y no afrontar los desembolsos puntuales y más elevados de los grandes impuestos). También se habló de buscar fórmulas para ayudar -hasta en un 50%- a pagar los tributos municipales a las familias que cobran por debajo de 1,5 veces el salario mínimo interprofesional para evitar que la presión de los pagos les arrojara al desarraigo (más información aquí).
Estas dos cuestiones fueron irrenunciables en la negociación de los presupuestos de 2016 que, finalmente, el PSOE apoyó. Y hoy, ambas propuestas, después de haber sido adaptadas a las posibilidades de la administración local han sido aprobadas en Gobierno.
Es verdad que con algunos cambios. Por ejemplo, la Tarifa Plana se circunscribe exclusivamente a tres impuestos, el IBI, el de circulación y las tasas de mantenimientos del cementerio, y no se fracciona en doce mensualidades, sino en nueve, ya que el área de Economía dijo que esta fórmula no le crea tantas tensiones de tesorería como hacerlo en 12 pagos y con estimaciones y no pagos reales de cada ciudadano. El PSOE no ha puesto reparos, convencido de que lo más importante es que el Ayuntamiento sea un lugar donde fabricar soluciones y donde se logren ventajas para la vida de los ciudadanos.
Lo que no esperábamos era que nuestras ideas, que han apoyado ZeC y CHA, fueran adoptadas de manera tan rotunda hasta el punto de presentarlas como suyas. No está mal que por activa o por pasiva a los socialistas se nos reconozca la capacidad y la altura de miras, pero el fin último de la apropiación indebida de las ideas es tramposo e inmoral.
A lo mejor sirve para acallar sus conciencias y para disimular ante sus adeptos. A lo mejor tapa sus vergüenzas, su poca disposición al trabajo, sus pocas alternativas, su escasa habilidad para la gestión. A lo mejor. Pero además de ser una nueva pasada de frenada que lastra las complicidades, pone en evidencia su falta de ideas.
Lo bueno es que el acuerdo existe, que la proposición Normativa del PSOE forma parte de un expediente con su número y su fecha y que hemos conseguido que Zaragoza, una vez mas funcione y proteja.