El centro municipal de servicios sociales de Santa Isabel ha estado cerrado este mes de agosto a cal y canto, sin posibilidad de atender a ninguna familia en situación de vulnerabilidad y sin más explicación a los usuarios que un cartel pegado en la puerta de las instalaciones municipales, recomendando acudir al centro de La Jota para realizar cualquier gestión, incluso las primeras citas. Los socialistas consideran que “hay mucha falta de escrúpulo” en esta decisión, que se ha adoptado con sordina y que evidencia una falta de interés real por la emergencia social, aunque ZeC se llene la boca con ella.
La concejala socialista Lola Campos recordó que las 15 medidas que publicitó al inicio del mandato la Consejera de Derechos Sociales, Luisa Broto, para abordar la emergencia social, que en unas posteriores declaraciones se multiplicaron por generación espontánea hasta llegar a 115, hablaban de un nuevo modelo que implica, según palabras de Broto, atención con calidad y calidez a las personas, pero “la calidez se ha debido referir a la que derivaba de las altas temperaturas que soportaron los potenciales usuarios que se desplazaron al centro y se encontraron la puerta cerrada”.
Campos recordó que Broto amplió la plantilla de los centros municipales de servicios sociales el mes de julio con 7 trabajadores sociales y 5 técnicos auxiliares para equilibrar las cargas de los centros en verano, según explicaron los responsables del área.
La concejala socialista, muy crítica con la desatención que se ha provocado en Santa Isabel durante el mes de agosto, recordó que este es uno de los centros que más demora acumula a la hora de tramitar las ayudas de urgente necesidad. Según datos de febrero, (últimos datos oficiales de los que se dispone) los 34 días de media que empleó este centro en gestionar las demandas lo coloca entre los menos ágiles de la ciudad. “Por eso, aún es más grave adoptar a la brava la decisión de cerrar las puertas de este centro imposibilitando la atención directa y evidenciando una auténtica falta de sensibilidad”, dijo Campos, quien añadió: “Es una cuestión de humanidad, de seriedad y de creerse las palabras que les hacen quedar muy bien ante la opinión pública, pero que demuestran que están huecas, que no tienen interés ni capacidad”.
En el mismo sentido, recordó las fuertes críticas que vertió en el mes de abril el sindicato UGT (ex compañeros de Broto cuando la consejera trabajaba como funcionaria en Servicios Sociales ) al responsabilizar a la titular de área de no atender los problemas de personal y perpetuar los retrasos en la primera cita para obtener ayudas urgentes . UGT ya habló entonces de gestores de sueños que pueden acabar gestionando pesadillas.
Por eso, Lola Campos reclama datos urgentes sobre la actividad de los centros sociales, la demora de las primeras citas, la gestión del personal y pregunta si ha habido más centros como el de Santa Isabel que han dado la espalda a la emergencia social en agosto. “La mala organización del área es un hecho y nos tememos que la emergencia sólo se utiliza cuando vende como titular y ofrece una imagen edulcorada de ZeC”.