El Grupo Socialista cree que esta actitud cínica reafirma la incapacidad de este nuevo gobierno para cumplir su papel en el consistorio.El Grupo Socialista cree que esta actitud cínica reafirma la incapacidad de este nuevo gobierno para cumplir su papel en el consistorio.
Desde el Grupo Municipal Socialistas se considera lamentable que la Consejera de Economía María Navarro vuelva a mentir al presentar el problema de las sentencias judiciales pendientes como algo novedoso y desconocido. Ella misma, cuando era concejal de Hacienda del PP en la oposición se encargó de cuantificar minuciosamente esas sentencias en la legislatura pasada. Esta actitud reafirma la incapacidad de este nuevo gobierno para cumplir su papel en el consistorio.
El nivel de cinismo del actual equipo de gobierno es tal que presentan como gran solución a la situación económica del consistorio una amortización de la deuda del 109%, que es, ni más ni menos, el cumplimiento del Plan de Reducción de Deuda que la izquierda aprobó el pasado 30 de abril y que no contó con el respaldo del Partido Popular.
La gran novedad que la edil María Navarro presentó en rueda de prensa es el recorte de 8 millones que destinará a amortizar deuda, apenas un 1% del presupuesto de la ciudad, hecho que permite pedir financiación por parte del ayuntamiento.
El edil socialista, Horacio royo, denuncia que esta política de recortes del PP no es más que la “vieja receta de la derecha” que se manifiesta expresamente en la noticia de la desaparición de los 13 cursos de formación del IMEFEZ, tan necesarios para una parte vulnerable de la población.
Desde el Grupo Municipal Socialista exige al Gobierno PP-Ciudadanos mire a los ojos de los zaragozanos y les explique qué partidas y proyectos se van a dejar de ejecutar. Que sean claros y cuenten a la población qué inversiones y políticas sociales van a dejar de prestar a causa de sus recortes.
Horacio Royo ha recordado a la señora Navarro que la ciudadanía zaragozana sufre graves casos de degradación urbana en algunos de sus distritos, como El Rabal, Oliver o Las Fuentes y no se pueden solucionar con políticas de “fuegos artificiales”, sino con inversiones y políticas sociales.