Zaragoza, 1 de agosto de 2024.- La portavoz socialista, Lola Ranera, ha criticado al Gobierno de Natalia Chueca por “dejar tirados a los zaragozanos en las paradas” tras el recorte de las frecuencias de autobús durante el verano. La socialista ha denunciado las “interminables” esperas en las paradas que en algunos casos superan la media hora, con temperaturas que llegan a más de 40 grados.
La edil socialista ha lamentado que el Gobierno del PP haya reducido una vez más en verano el servicio de autobús urbano con recortes en algunas líneas de hasta un 30%, alegando una bajada importante de usuarios “cuando la realidad es que el año pasado tan solo hubo un 18% de viajeros menos”. Ranera ha asegurado que la realidad es que, actualmente, los zaragozanos reparten sus vacaciones a lo largo del verano y “sigue habiendo muchas personas que dependen del transporte público para ir a trabajar o al hospital”. “Los hábitos cambian. Las vacaciones se cogen de manera más escalonada y hay muchos zaragozanos que tienen que ir a trabajar en julio y en agosto”, ha señalado Ranera.
La edil socialista ha considerado una “vergüenza” los tiempos de espera que algunos zaragozanos están sufriendo estos días en las paradas, en plena ola de calor con temperaturas extremas de más de 40 grados. Ha puesto de ejemplo las esperas en algunas líneas como 41, que ha visto cómo su frecuencia de paso ha pasado de 12 a 20 minutos, o la 54, que ha pasado de 11 a 22 minutos durante los fines de semana. “Pero esto son los tiempos oficiales, la realidad es que las esperas son mucho mayores, es mucho peor, porque hay zaragozanos que han llegado a esperar más de 30 minutos en algunas líneas”, ha censurado Ranera, que además ha criticado los errores que hay en los sistemas de información de las frecuencias en las marquesinas.
Para Ranera, es “inaceptable e incomprensible” que haya un protocolo para hacer frente a las altas temperaturas que se activa frecuentemente mientras se permite que los zaragozanos “esperen con temperaturas extremas en las paradas más de media hora”. “Si son eficientes, los servicios públicos se pueden convertir en los principales refugios climáticos”, ha asegurado. Además, ha hecho hincapié en que el impacto de estos recortes afectan especialmente a los colectivos más vulnerables, “a los que no pueden cogerse vacaciones o utilizan el transporte público a diario”.