Los socialistas reclamamos a Cubero un plan especial de poda por razones de seguridad y un mantenimiento constante que evite desastres como el del parque de La Sedetania
Los socialistas reclamamos al consejero de Servicios Públicos, Alberto Cubero, que ponga en marcha el plan de poda urgente, que se aprobó por unanimidad en el pleno de julio, y que realice un mantenimiento adecuado y constante de las zonas verdes de la ciudad antes de que deje la capital aragonesa como un auténtico erial.
La constante caída de árboles y ramas voluminosas en los parques y las calles de la ciudad, algunas ya con daños directos sobre las personas y las cosas, y el agostamiento de parques como el de la Sedetania deberían encender todas las alarmas en el Gobierno de Zaragoza, explicó el concejal socialista Roberto Fernández, que considera que Alberto Cubero “se ha inhibido claramente de lo que constituye una de sus responsabilidades” y se ha dedicado a “otras cosas” que no están relacionada ni con la gestión ni con el beneficio de los zaragozanos.
Fernández ha sido muy crítico con la realidad que afecta a los parques y zonas verdes de la ciudad, que empiezan a sufrir daños irreversibles, y señaló que la decisión de Cubero de echar un pulso a la contrata a costa de la seguridad de los ciudadanos es “más que cuestionable” para un servidor público que ha ocupado su cargo de manera voluntaria. “Es un juego de la ruleta rusa muy peligroso”.
En este sentido, y utilizando los datos de la adjudicataria del servicio, FCC, Fernández recordó que Zaragoza tiene 10.454 árboles en situación de riesgo y más de 650 avisos de poda pendientes. “Como hoja de servicios de Cubero no son resultados rutilantes, pero lo más execrable es que no hace nada por corregir esta situación”.
El portavoz adjunto del PSOE recordó que hasta el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, ha mostrado públicamente su inquietud por los sucesos que han alcanzado la categoría de “habituales” en el mes de julio y ha reclamado un plan de mantenimiento y mejora, señalando que, en una zona desértica como la nuestra, los árboles son un patrimonio social mucho mayor que en otros lugares.
Fernández no quiso pasar por alto que el patrimonio verde de Zaragoza es fruto del esfuerzo colectivo de la ciudad con el Ayuntamiento al frente que, a lo largo de los años, ha sido consciente de la necesidad de reverdecer la capital aragonesa y su entorno, creando pulmones verdes que hacen la vida más agradable a los ciudadanos, eliminan ruido, rebajan la sensación térmica y hacen la ciudad más sostenible.
Por eso, señaló Fernández, desde Parques y Jardines deberían ser los primeros en mostrar celo con el cuidado de nuestra superficie natural y abandonar la estrategia de forzar un cambio de gestión a través del fomento de la desidia y el abandono de las zonas verdes.