La concejala de Movilidad, Teresa Artigas, ya decidió en julio permitir que los autobuses con 16 años de vida útil siguieran un año más circulando por la capital
La imprevisión de Zaragoza en Común con la renovación de la flota de buses urbanos ha forzado hoy al Gobierno de ZeC a aprobar la compra por 117.200 euros de 15 vehículos averiados y con más de doce años de servicio para hacer frente a la retirada de otras tantas unidades que, hasta noviembre, van a cumplir 17 años de vida útil, quedando en ese momento automáticamente inutilizados para salir a las calles de la ciudad. Se da la circunstancia de que el pasado mes de julio, ZeC ya amplió un año la vida útil de los buses ( pasando de 16 a 17) para no dejar a la ciudad sin servicio.
Los socialistas han solicitado la comparecencia de la concejala de Movilidad, Teresa Artigas, en la próxima Comisión de Urbanismo para conocer todos los extremos de esta decisión, los efectos de la ampliación de la vida útil de los vehículos, la adquisición de buses de segunda mano y los problemas de mantenimiento de la flota, ante la sospecha de que ha habido “una absoluta imprevisión” sobre estos extremos.
La concejala socialista de Movilidad, Lola Ranera, considera que todas las decisiones que se han tomado hasta el momento suponen “una considerable merma de la calidad del servicio que repercute directamente en los usuarios”, a la vez que manifiesta su sorpresa por la tolerancia que están teniendo con la concesionaria del transporte público, que ha incumplido sus compromisos.
Ranera puso en tela de juicio la validez del acuerdo del Gobierno que permite ampliar la edad de los buses de Zaragoza en un año, de manera que estén 17 años circulando por la ciudad, “porque supone la alteración de los pliegos de condiciones”, además de que la decisión se adoptó cuando algunos de los vehículos ya llevaban meses de manera ilegal en las líneas de la ciudad.
No obstante estas decisiones “atropelladas y a la desesperada” demuestran que ZeC no han hecho el trabajo y que no han planificado ni siquiera la renovación de buses, que es una cuestión prevista de antemano.
Por eso, explica Ranera, cuando se dan cuenta de que entre agosto y noviembre de este año la ciudad se queda con 15 buses menos, piden alternativas a Avanza, la concesionaria del autobús urbano, que les ofrece la compra de 15 unidades de segunda mano de otros puntos de España, que necesitan serias reparaciones, pero que están dentro de los parámetros adecuados de vida útil de los buses, según los pliegos de condiciones de Zaragoza. “ Es decir, nos vamos a gastar 117. 200 euros extraordinarios para una medida provisional, porque la empresa ha dicho que no puede cumplir con sus compromiso de servir 31 nuevos buses híbridos hasta el primer cuatrimestre de 2018”. De hecho, sólo 3 de estos nuevos buses se han incorporado a la flota hasta el momento, y otros 3 lo harán en octubre. Una situación preocupante en la que además se apuesta por una tecnología ya superada, en vez de impulsar el bus eléctrico.
Ranera recordó que en los últimos años se han calcinado 21 buses, de los que solo se han reparado 7 , y no pasó por alto las denuncias que le ha hecho llegar el comité de empresa de Auzsa relativas a los problemas de mantenimiento que tienen a diario, que se sustancian en la reducción de la plantilla al 50%, la externalización del servicio, la multiplicación de horas extraordinarias y el aumento de las incidencias. De la misma manera, se están cronificando otras situaciones como el mal funcionamiento del sistema de recuento del billetaje y de las tarjetas, — que se traduce en pérdidas económicas para el Ayuntamiento– o la falta de piezas de repuesto en los talleres.
Esta situación, a juicio de la concejala socialista, es “insostenible e injustificable”, y obliga a Artigas a ponerse a trabajar con mucha seriedad y urgencia para reorientar un servicio que han entrado en un deterioro muy preocupante.