La Junta de Distrito del Rabal sacará adelante una propuesta del PSOE para buscar la unanimidad sobre el uso de la Casa Solans y lograr una ocupación inmediata que frene el deterioro del edificio, que es una ejemplo de la arquitectura modernista de principio del siglo XX.
Los socialistas recuerdan que la Casa Solans fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 2002 y sometida a un intenso proceso de rehabilitación para recuperarla de su alarmante estado de deterioro. La salida de las oficinas de la ONU, a finales de 2015, han vuelto a exponer este edificio a un proceso de degradación que desde el barrio se quiere frenar cuanto antes.
La presidenta del Rabal, la concejala socialista Lola Ranera, considera fundamental para la conservación de esta joya del patrimonio zaragozano “poner el edificio en uso de manera inmediata”. “Dejarlo vacío y sin uso es exponer la Casa Solans a un riesgo real, que se verá acrecentado por el vandalismo”.
De hecho Ranera recordó que el PSOE ha hecho diversas gestiones ante el Gobierno de Zaragoza en Común ( hasta seis preguntas ha formulado desde noviembre de 2015, tras la salida del secretariado para la Década del Agua de la ONU), para tratar de reubicar una actividad que sea bien recibida por el barrio y rentabilice estas instalaciones.
Por eso, Ranera justifica la moción del grupo socialista del Distrito, que reclama la constitución de una mesa de trabajo en un plazo de 15 días, que esté compuesta por los grupos políticos del distrito, las asociaciones de vecinos y las distintas entidades ciudadanas, además de los técnicos de Urbanismo para decidir los posibles usos de la Casa Solans y volver a llenar de actividad ese edificio de manera inmediata.
Asimismo, cuestiona la vinculación de las supuestas soluciones para el edificio a un proceso de participación para el que nadie ha contado con el Distrito, de la misma manera que ha ocurrido con la Cincomarzada en lo que parece “un modus operandi muy poco recomendable de la concejala de Participación Ciudadana, Elena Giner, que es la titular del área y hace bandera de la participación, pero con la boca pequeña”, aseveró Ranera.
La presidenta del Rabal recordó que los vecinos y las entidades del Rabal “conocen perfectamente la realidad de barrio y hacen barrio”, por lo que son elementos fundamentales en la toma de decisión. Además, añadió Lola Ranera, consideramos, como ya ocurrió con la presencia de la Oficina de la Década del Agua, que la casa Solans debe dedicarse a un recurso de ciudad que facilite el contacto de los zaragozanos con la margen izquierda del Ebro.