El golpe de poder del Gobierno en las sociedades marcó la comisión de Economía que volvió a ver el abuso de los contratos menores y el aumento de gasto indisciplinado
El plan de reestructuración de Zaragoza Cultural que ha anunciado el consejero de Cultura, Fernando Rivarés, después del golpe de estado que ZeC ha dado a la representación de los consejos de Administración, genera más dudas sobre la gestión de los comunes y sobre la finalidad de los cambios.
La nueva organización de la Zaragoza Cultural que anunció Rivarés esconde tras el nuevo esquema y las nuevas direcciones que se han de nombrar el único objetivo de blindar este órgano con personas afines al Gobierno.
Una muestra de ello, según señaló la concejala de Cultura del PSOE, Lola Ranera, es el cese de la actual gerente de la sociedad, corroborado durante la sesión por Rivarés, quien la nombró para el cargo, pero que se cae del organigrama por no compartir el proceso que se ha puesto en marcha.
Ranera, recordó que el asalto de ZeC a las sociedades solo sirve para silenciar a la oposición y pronosticó que los cambios en Zaragoza Cultural se quedarán únicamente en puestos y más dinero para los amigos de ZeC.
Rivarés, que terminó este debate con insultos y amenazas de denuncia la concejal socialista, no pudo rebatir con argumentos la polémica que ha generado con este anuncio ni con el proceso de renovación de la dirección del auditorio.
La resaca del golpe de poder en las sociedades fue objeto también de una comparecencia en la que el concejal de Economía del PSOE, Javier Trívez, resaltó cómo “le chirría” a ZeC cualquier intento de control democrático.
De la misma manera, la comisión dejó una vez más al descubierto el abusivo uso de los contratos menores por parte de ZeC y el aumento constante de los pagos indisciplinados. Trívez recordó que el primer año, Rivarés se escudó en una supuesta infradotación de servicios por parte del anterior equipo de Gobierno, pero ahora, debe buscarse otra excusa, le recomendó Trívez, porque con su gestión se siguen disparando las facturas. De hecho, señaló en 2017 subieron de 32 a 43 millones.