Hace hoy dos años, el Partido Socialista brindó su apoyo a Pedro Santisteve para ser Alcalde de Zaragoza después de que el 24 de mayo de 2015, el Partido Popular ganara las elecciones pero la suma de las fuerzas políticas de izquierda, sumaran una clara mayoría de 17 concejales frente a los 14 del centro derecha.
Dos años después de aquel apoyo, el balance político de la gestión de Zaragoza en Común no puede ser más decepcionante. Hablamos de dos años en el que no ha sido posible atisbar cuál es el modelo de ciudad de un Gobierno más pendiente de hacer gestos para su galería que de velar por los intereses generales de los zaragozanos y zaragozanas. Llama la atención cómo en tan poco tiempo, quienes vinieron a renovar la política y a cambiar la forma de gestionar lo público, hayan perdido el contacto con la realidad y se hayan asentado en la autocomplacencia más incomprensible a la vista de los escasos logros que se atisban.
Sus mayores “éxitos” son, en la práctica, una contradicción con cuanto defendieron en su día. Presentar la reducción de la deuda, basada en mayores ingresos y en una drástica reducción del gasto por habitante, como un logro, no es sino consagrar en la ciudad, las políticas de austeridad que, “de boquilla” siguen criticando. La ciudad retrocede, enredada en debates estériles como el de la municipalización mientras no se discute sobre la calidad de los servicios que la ciudadanía recibe. O se pierde en procesos participación con escasa o nula participación, mientras se escapa la posibilidad de lograr, en esta legislatura consensos tan relevantes como el modelo de movilidad para los próximos años.
Dos años después, las grandes banderas de ZEC como la emergencia social o la vivienda, están hechas jirones ante la incapacidad de renovar políticas o ante el fracaso de las grandes líneas de actuación en materia de vivienda. Sólo el año pasado, 8 millones de euros del presupuesto en acción social del Ayuntamiento quedaron sin ejecutar y de las 600 viviendas previstas para el plan de alquiler, sólo se han logrado arrendar 148.
Y todo ello con Alcalde ausente y sin liderazgo, que sólo ha aparecido para liderar operaciones esperpénticas como la de las inmatriculaciones o para poner en marcha persecuciones a funcionarios como en Ecociudad. Un alcalde sin autoridad que no es capaz de gobernar ni siquiera un grupo como el ZEC cada vez más dividido y sin capacidad de gestión.
Durante estos dos años, el PSOE ha liderado una oposición firme y al mismo tiempo tiempo constructiva. Hemos sido duros en la denuncia de los errores y en la crítica de las irresponsabilidades de ZEC y del Alcalde Santisteve. Pero también hemos tendido la mano para dar la oportunidad a ZEC de gobernar. Lo hemos hecho con la aprobación de los presupuestos en los dos años de legislatura y lo hicimos dando la investidura sin condiciones al Alcalde.
En los dos próximos años, el PSOE seguirá siendo firme en la crítica ante lo que ya apunta a ser una legislatura perdida. Pero al mismo tiempo, trabajaremos sin descanso para dar a conocer nuestras alternativas y nuestros proyectos de cara a que los ciudadanos progresistas de Zaragoza tengan claro que existe una alternativa seria de izquierda y que es posible que en 2019 vuelva a haber un gobierno progresista en Zaragoza liderado por el PSOE.