Los socialistas han asegurado en la Comisión Extraordinaria de Urbanismo que la reiterada y constante acción del PP contra la línea 1 del tranvía desde el mismo día en que se aprobó su implantación en la ciudad han hecho de esta obra las más analizada y auditada de toda la historia. Sin embargo, se han preguntado si esta política constante de tierra quemada es lo que demandan los ciudadanos y lo que necesita nuestra sociedad para afrontar los retos pendientes. No obstante, consideran que a los populares se les acaba ya el filón de las críticas a esta infraestructura.
El PP ha impulsado una nueva comparecencia sobre el tranvía y , en concreto, sobre la decisión de ZeC de realizar una auditoría sobre el proyecto de construcción y la puesta en marcha de la línea 1. Esta decisión se materializó en un contrato que ZeC sacó a licitación por 21.780 euros y que quiere definir lo que pocas fechas antes señaló el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas.
La concejala socialista de Urbanismo, Lola Ranera, ya se pronunció sobre las conclusiones del tribunal que destaca que no hubo sobrecoste en la construcción de la línea, ni mala gestión, ni subcontrataciones que no se ajustaran a los pliegos. Por eso, ha sido contundente al pedir al PP que deje de echar “cortinas de humo sobre una obra que cambio la fisonomía de Zaragoza, que da servicio a muchos ciudadanos y que se podrá mejorar administrativamente, pero que no tiene ni sombre de duda”.
Así señaló que, si finalmente, como sugiere el Tribunal de Cuentas, se pagaron 630.000 euros más a la sociedad Los Tranvías de Zaragoza porque la fórmula para definir la revisión de precios no es correcta, o porque no se debió abonar una bonificación tras la construcción del hito seis, lo lógico es “que se reclame a la empresa y que se corrija ese hecho”. En el mismo sentido se pronunció sobre la liquidación definitiva del IVA, pero lo cierto es que una obra tan complicada como la del tranvía se hizo y se hizo sin el desvío de un solo euro. Insistió.
Ranera destaca que el informe del Tribunal de Cuentas “quema” el último cartucho del PP contra el tranvía y echa por tierra la posibilidad de los populares de “vivir una mandato más de las críticas a una obra y a una gestión”.
De la misma manera, añadió que todos los partidos deberían alegrarse de que no hubiera desvíos en las obras públicas, pero es más fácil basar el trabajo diario “en fabricar humo y dudas que en hacer propuestas constructivas que fuercen a progresar y a mejora la vida de los ciudadanos”, concluyó Ranera.