El PSOE resalta la dificultad que genera negociar un documento poco ambicioso para el que el Gobierno no busco la negociación previa
El PSOE ha puesto en evidencia, durante las primeras comparecencias de explicación del presupuesto de 2018, la dificultad de negociar y pactar este documento que ha nacido “herido y muy tocado” por la decisión del Gobierno de ZeC de no pactarlo antes con las fuerzas de izquierda.
El concejal de Economía del PSOE, Javier Trívez, aseguró que el pacto para modificar el cambio del calendario de debate que se votó por unanimidad ha dado algún margen de maniobra a la negociación del presupuesto, aunque se mantienen “las limitaciones importantes” que ha impuesto el consejero de Economía, Fernando Rivarés, y el Gobierno de ZeC, apuntó.
Trívez no dejó lugar sobre la dificultad que preside la futura negociación del documento: “ hay serios problemas para llegar a acuerdos por las formas, por los incumplimiento con el PSOE y por la falta de entusiasmo y decepción que transmite en el fondo”.
Pero además, Trívez desmontó la afirmación de Rivarés de que estamos ante un proyecto inversor, porque difícilmente puede tener este calificativo un presupuesto que destina más al capítulo 2 de gastos corrientes que al de inversión y cuestionó además la capacidad del Gobierno de ZeC de captar crédito de los bancos, ya que deberá contar primero con el permiso del Gobierno autónomo.
En la misma línea se expresó la concejala de Urbanismo del PSOE, Lola Ranera, al destacar que en las áreas que tradicionalmente copan la inversión: Urbanismo e Infraestructuras, “hay números rojos”. Solo mejora la cifra final la reforma del Mercado central, aunque advirtió al consejero de Urbanismo, Pablo Muñoz, debería estar preocupado por el desarrollo del proyecto.
La socialista destacó “el maquillaje” de las cifras y proyectos que ha presentado ZeC, al dotar de 3,2 millones a una larga lista de equipamientos vacíos rescatados del Plan Director de Equipamientos bajo el epígrafe OUT ( Oficina de Usos Temporales). Saben, dijo Ranera, que no se intervendrá en ninguno porque necesitan mucho más presupuesto que las insignificantes partidas que han repartido a los inmuebles en los que denominó “un buen trabajo de marketing”.
La edil socialista censuró la falta de partidas para venta de suelo, cuando hay proyecto recién aprobados que se basan en estas operaciones, –como los depósitos de Pignatelli– la inclusión de 1,9 millones para ampliar el Bizi que ha paralizado el Tribunal de Cuentas, o la pírrica presencia de cifras para abordar el futuro de la movilidad de la ciudad.
Por su parte. Roberto Fernández, que analizó las partidas de Presidencia y Participación Ciudadana lamentó que haya instrumentos de desarrollo como Ebrópolis que se descapitalizan. “No tiene sentido, salvo que su horizonte sea realizar viajes a Guatemala y Honduras, entonces ya estará bien”. De la misma manera censuró la falta de atención a los barrios rurales, que sólo se mantiene a través de las aportaciones de la DPZ, y la utilización del presupuesto como mecanismo para favorecer a los correligionarios.