El portavoz económico, Javier Trívez, reclama a los Comunes que olviden su estigma populista con el ICA y defiendan los intereses de los zaragozanos, logrando más inversiones para la ciudad
El PSOE ha acusado al consejero de Economía del Gobierno de Zaragoza, Fernando Rivarés, de “burlar” la ejecución del presupuesto del Ayuntamiento al fraccionar una modificación de crédito de 2.280.000 euros en 24 recibos con un importe máximo de 100.000 euros cada uno para eludir el control obligatorio del Pleno, en lo que constituye un ejercicio político “deleznable”.
La Comisión de Economía y Cultura del Ayuntamiento dio cuenta ayer (sin posibilidad, por lo tanto, de emitir votación alguna) de una modificación de crédito por 2,3 millones de euros que se detraen de sueldos municipales y se dirigen a suplementar la partida de Limpieza Pública.
La modificación de crédito no solo contradice la correcta dotación de las contratas que se atribuyó ZeC , sino que supone un claro incumplimiento de las Bases de Ejecución del Presupuesto. Según esta norma, el Consejero de Economía tiene margen de maniobra para transferencias de hasta 100.000 euros sin dar cuenta al Pleno en las partidas que están en la misma área de gasto. Sin embargo, por encima de esta cifra, los movimientos económicos deben contar con el beneplácito de los grupos.
Rivarés ha recurrido con esta modificación de crédito a una treta que pasa por fragmentar la cantidad hasta situarla en cifras que permiten escapar al control directo del Pleno; una actuación que el portavoz económico del PSOE, Javier Trívez, ha calificado de política “deleznable”. En este sentido le ha recordado que incurre en un “incumplimiento sangrante” de sus obligaciones con la ley, y le ha indicado que si estuviéramos hablando de contratos, con este modus operandi, el consejero de Economía, estaría en los tribunales.
La comisión también ha servido para abordar las posturas “contradictorias” que mantiene ZeC respecto al Impuesto de Contaminación de las Aguas ( ICA). Trívez destacó que toda la polémica que alimenta ZeC está presidida por la “incoherencia”, ya que esta formación se negó a negociar en el proceso de desarrollo del impuesto, aunque después incorporó al jefe de Gabinete de Alcaldía en el debate de presupuestos del Gobierno de Aragón, que acordó no derogar la ley, pero sí modificar el impuesto, aunque 24 horas después se han desentendido y han dejado este compromiso en agua de borrajas. De la misma manera se refirió a la impunidad del concejal de Vivienda y Deporte, Pablo Híjar, que pese a cobrar del erario público actuó de antisistema rompiendo el recibo del ICA y subiendo la imagen que lo corrobora a redes sin que el alcalde lo haya cesado. “Al final son un grupo de amigotes y nadie ordena ni manda”.
Javier Trívez destacó el “populismo” de estas medidas y pidió a ZeC “responsabilidad” y una clara posición “en defensa de los intereses de los zaragozanos, en vez de buscar réditos para su grupo”. En vez de ir de hooligans deberían ver “cómo se puede perfeccionar el impuesto, cómo se puede modificar en beneficio de la ciudad, cómo atraer más inversiones e incluso estudiar de qué manera estas mejoras podrían repercutir en otros impuestos,” concluyó.