Zaragoza, 11 de julio de 2024.- Construir un gran “Pacto por Zaragoza” que traslade los principios de moderación, el europeísmo y el espíritu constitucional y estatutario a las políticas del Ayuntamiento; un pacto con el que dejar atrás la crispación, para que los ciudadanos estén por encima de cualquier disputa y que esté al servicio de sus derechos, bienestar y calidad de vida.
La portavoz socialista, Lola Ranera, ha ofrecido este Pacto a la alcaldesa de Zaragoza en el debate sobre el estado de la Ciudad, tras un año de Gobierno de Chueca caracterizado, entre otras muchas cosas, por llevar a cabo unas políticas de división y enfrentamiento, convirtiendo cada Pleno un “lodazal al trasladar cualquier bronca nacional a la ciudad, y sin una sola propuesta para poner a los zaragozanos por encima de los intereses personales y partidistas”.
Frente a ello, la propuesta de los socialistas va encaminada a diseñar la Zaragoza del futuro en materia de barrios, vivienda, movilidad, utilización del espacio público, cultura y protección a las familias y las mujeres. Porque, tras cinco años de un Gobierno de derecha y ultraderecha, “tras el postureo y el exhibicionismo, Chueca ha creado una Zaragoza a dos velocidades. La de su Instagram y la que viven a diario la mayoría de los zaragozanos”, le ha reprochado a Chueca.
Ranera le ha afeado además que, en este año desde que llegó a la Alcaldía, “Chueca ha abusado del autoritarismo y ha demostrado que a falta de autoritas, le sobra potestas. Desconoce el valor del respeto institucional. Todo ello, para ocultar su falta de liderazgo”.
Ha puesto como ejemplo, en primer lugar, la propia fecha elegida para este debate que “no es fruto de la casualidad, sino que solo busca tapar su ineficacia, falta de ideas y proyecto de ciudad con el mediático inicio de las obras de La Romareda; y con la que ha roto una tradición de 20 años y ha hecho saltar por los aires un acuerdo de la Junta de Portavoces, imponiendo su criterio frente a la propuesta consensuada por tres grupos políticos, por la mayoría de este Ayuntamiento”. También, ha enfatizado, pleno tras pleno, “Chueca ha demostrado una absoluta falta de respeto hacia los ciudadanos” cuando abandona el Pleno y no escucha sus reivindicaciones.
Precisamente, ha recordado que han sido los Tribunales los que hace unos días “le reprocharon su manera sectaria y discriminatoria de gobernar, cuando, en un acto sin precedentes, el Gobierno del PP marginó a las familias de la escuela pública”. “Un varapalo ante el que Chueca ha respondido con recortes e insultos, sin tener en cuenta que todos los niños tienen los mismos derechos”, ha lamentado.
Rehén de VOX
El “desprecio” de Chueca se ha trasladado también al principal grupo de la oposición, el PSOE. “Nuestro grupo le ha ofrecido acuerdos en política energética, depuración, movilidad sostenible e, incluso, le hemos ofrecido pactar unos presupuestos; pero, de una manera arrogante y prepotente, los ha rechazado”, ha recordado.
Ranera considera que este “desprecio” solo responde a que Chueca no es libre para decidir las políticas de esta ciudad porque está tutelada desde el Pignatelli. “Chueca es rehén de los acuerdos que mantiene Azcón con VOX en Aragón. Están encadenados a Vox para que su jefe mantenga su sillón en el Pignatelli”.
“Un pago a Vox con unas consecuencias nefastas para la ciudad al acabar con derechos y avances sociales alcanzados”, ha lamentado la portavoz socialista, como el apoyo sin fisuras al colectivo LGTBI o a las mujeres víctimas de violencia de género. Pero, además, sus acuerdos con VOX están haciendo que Zaragoza se quede atrás en la lucha contra el cambio climático.
Obsesión por la imagen y el marketing
Lola Ranera ha criticado además la “obsesión” de la alcaldesa por la imagen, el marketing, la sobrexposición y el postureo. “Chueca entiende a Zaragoza como una ciudad de pinta y colorea, que utiliza para su mero interés personal y para tapar su falta de ideas. Solo un simple vistazo a sus redes sociales da para una docena de parodias con guiones de lo más hilarantes”, ha subrayado.
Pero, más allá de sus “excentricidades y de sus eslóganes huecos”, ha dicho, “los intereses políticos de Natalia Chueca que no son otros que beneficiar a quienes ven Zaragoza como un negocio, subastando la ciudad y vendiéndola por pedazos al mejor postor”. Mientras tanto, “desmantela la cultura, acaba con cualquier proyecto que huela a gobiernos anteriores e intenta convertir Zaragoza en un gran plató de televisión. Y, todo ello, para ocultar los problemas de la mayoría de los zaragozanos”, ha criticado.
En este sentido, ha lamentado que Chueca “se haya cargado de un plumazo” el festival Eifolk y haya acabado con proyectos como Etopia, las Zonas jóvenes, Zaragoza Activa y la Harinera de San José; que haya desmantelado la Escuela Municipal el Pinar o lo esté intentando con el servicio de Vialidad y Aguas; que esté convirtiendo las calles del centro en un mix de franquicias comerciales que devoran el comercio tradicional; que permita invadir el espacio público por negocios privados, como está pasando en el Parque Grande; y que, en vez de atender a quienes necesitan vivienda asequible, “se empeña en que Zaragoza compita por atraer más y más turismo”.
El caos en la movilidad
Lola Ranera ha criticado también la “incapacidad” de gestión de la alcaldesa de Zaragoza. Ha recordado que el anterior mandato fue la responsable de la mayor huelga de la historia del bus, de la pérdida de 7,5 millones para bonificar el billete del transporte y de la prórroga fraudulenta del contrato del autobús.
Ha lamentado el “caos en la movilidad” en la ciudad, “permitiendo un espacio público cada vez más hostil y peligroso para conductores y peatones”; y, todo ello, “sin tener todavía un Plan de Seguridad Vial después de cinco años gobernando”, ha señalado.
Chueca, ha dicho, no ha sido capaz de aprobar una Ordenanza de Movilidad que sea sostenible ni de dar una solución real al eje este-oeste; no ha reordenado todavía las líneas de bus; hay problemas con las frecuencias en horas punta; no ha regulado la llegada de vehículos de movilidad personal o ha tenido “ocurrencias” como permitir los polémicos triciclos eléctricos.
Las mentiras de Chueca
La portavoz socialista también ha hecho un repaso a las “mentiras constantes” de la alcaldesa. Lo ha hecho en materia de movilidad, como quedó claro en una Comisión de investigación sobre los nuevos pliegos del bus, “una prórroga de cuatro años con AVANZA que cuesta 20 millones más al año y que los tribunales la han considerado fraudulenta; cuando dijo que no subiría el precio del autobús o con el tarifazo del agua y las basuras.
Mentiras también con La Romareda. “El PP construyó durante más de dos años un relato, con el único fin de ganar unas elecciones, jugando con los sentimientos. Nos hicieron creer que el estadio costaría cero euros y, de un día para otro, pasó a costar más de 180 millones costeados por el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón. Y, eso, sin contar con el campo provisional del parquin Norte”, ha subrayado, lamentando que “han buscado enfrentar al zaragocismo con todo aquel que osara cuestionar o exigir transparencia”.
Pacto por Zaragoza
El Pacto por Zaragoza que ha ofrecido Lola Ranera a Natalia Chueca está centrado, en primer lugar, en los barrios. Un pacto por los Barrios donde los ciudadanos se sientan seguros, se apueste por el comercio local y se haga un plan para climatizar los colegios.
También, un Pacto por la Vivienda, para movilizar la mayor cantidad de suelo público de cara a ofrecer alquileres asequibles, aprobar ayudas a la rehabilitación y poner coto a las viviendas turísticas.
Para la portavoz socialista, es el momento también de un gran Pacto por la Movilidad para conseguir un transporte público de calidad, una reordenación de líneas, y un Plan de Seguridad Vial. Es igualmente necesario que la cultura vuelva a ser una prioridad para esta ciudad, pero también regular el ruido y ordenar las terrazas y veladores de forma sensata a través de un Pacto por la Convivencia.
Y tampoco se puede dejar de lado a las familias que deben de volver a estar en el centro de nuestras políticas, para que, entre otras cuestiones, tengan una sanidad y educación pública de calidad. “Estos son los desafíos de la Zaragoza real, de la inmensa mayoría de sus vecinos. Y los políticos tenemos que estar a la altura para resolverlos”, ha concluido.