Zaragoza, 3 de octubre de 2024.- La portavoz socialista, Lola Ranera, ha pedido hoy amparo a la Justicia de Aragón para que la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, como máxima representante y presidenta del Pleno, frene y delimite discursos de odio que generen violencia institucional, ante la deriva que está sufriendo la calidad democrática en el Ayuntamiento en los últimos tiempos por la entrada de Vox a las instituciones.
Ranera, junto al portavoz adjunto Alfonso Gómez y el concejal socialista Paco Galán, ha registrado en la institución del Justiciazgo, órgano que defiende las libertades y los derechos de los ciudadanos, una recomendación para requerir al Gobierno de la Ciudad que modifique el reglamento orgánico municipal para desarrollar un procedimiento de control de legalidad y constitucionalidad de las iniciativas a Pleno, antes de incluirlas en el orden del día, para evitar debates que se podrían tipificar como “delitos de odio”.
Este tipo de discursos se han visto agravados, sobre todo, en el último mes, con mociones como la de Vox en el último Pleno y la intervención de uno de sus concejales sobre población migrante con la finalidad de incitar al odio y promover en la sociedad discriminación, rechazo, desprecio y hostilidad hacia un grupo de personas por motivos racistas, o las declaraciones de una entidad como Red Madre en la sala de prensa de la institución, enmarcando a los inmigrantes en temas de delincuencia, refiriéndose a ellos como “quinquis y pandilleros”.
Ranera ha considerado que “la libertad de expresión en ningún momento puede amparar los discursos de odio”. De ahí que el Grupo Municipal Socialista haya acudido a la Justicia de Aragón para que recomiende a la alcaldesa, como presidenta del Pleno, que ordene este tipo de debates que generan violencia de odio y que incitan a la confrontación, evitando que lleguen al Pleno del Ayuntamiento.
La portavoz socialista ha recordado que este año celebramos el 25 aniversario de Zaragoza como ‘Sitio emblemático de la cultura de la paz’ por la Unesco, en reconocimiento a su compromiso en la defensa de los derechos humanos, la paz, la no violencia y la convivencia. En marzo de 2023, el anterior Gobierno aprobó además la Ley Aragonesa de Cultura por la Paz. “Es imprescindible que Zaragoza siga siendo lo que ha sido, una ciudad en la que nos sentimos orgullos de la igualdad y de la libertad y de cuidar a los más vulnerables”, ha señalado.
Y en el Ayuntamiento de Zaragoza, ha dicho Ranera, “no podemos ejercer violencia institucional, como le hemos dicho a la alcaldesa en algún momento llevando este tipo de debates al Pleno. Porque al final, lo que estamos trasladando de la ciudad de Zaragoza es una imagen que no se corresponde con los ciudadanos”. “Zaragoza, históricamente, ha sido una ciudad integradora, acogedora, que ha cuidado al que más lo necesita, y debemos seguir siendo así”, ha concluido.