El primer edil, al más puro estilo dictatorial, expulsa a los grupos municipales del control de las sociedades y convierte a sus 9 concejales en mayoría absoluta
Este ataque al funcionamiento democrático deja sin control 70 millones, rompe los acuerdos de la Junta de Portavoces y apuesta por la falta de transparencia en la gestión
El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha cesado a los consejos de Administración de las Sociedades Municipales, en lo que se entiende como un grave gesto de autoritarismo, que tiene por objeto, no solo evitar el seguimiento de más de 70 millones de euros del presupuesto municipal, sino, sobre todo, eliminar el control que ejercían los grupos municipales en estos organismos.
La medida, de extrema gravedad, constituye un verdadero ataque a la democracia que nunca se había producido en el seno de la institución en los últimos 40 años de historia. El alcalde, que ha realizado un uso abusivo y hasta casi fraudulento de la Ley de Capitalidad, se ha otorgado la mayoría absoluta –que no le dieron las urnas– en las sociedades al eliminar la proporcionalidad de estos órganos.
Las sociedades mercantiles (Cultura, Deportes, Vivienda, Ecociudad), conformadas actualmente dentro del organigrama municipal se han entendido siempre como una fórmula de gestión más ágil a la hora de impulsar algunos acuerdos y proyectos de la vida municipal. Sin embargo, los grupos municipales, conscientes de que la mayor agilidad se podía ver empañada con una mayor opacidad, apostaron siempre por reflejar en las sociedades la misma proporcionalidad de Pleno para no violentar las mayorías que configuran las urnas y para no hurtar al Pleno ningún asunto de la gestión de las áreas.
Sin embargo, Santisteve con la decisión que ha aprobado hoy en el Gobierno de la ciudad rompe con el respeto a los resultados surgidos en los comicios, altera las mayorías para convertir a sus 9 ediles ( sobre 31) en mayoría absoluta en las sociedades y contraviene los acuerdos de organización municipal que se adoptan por la Junta de Portavoces al inicio del mandato.
De la misma manera se otorga de manera unilateral control absoluto sobre adjudicaciones, subvenciones, pliegos de contrataciones nombramientos y una larga lista de actuaciones que quedan a la sombra del control y del conocimiento del Pleno municipal.
La ley de Capitalidad da la prerrogativa a los Gobiernos de convertirse en Junta General, pero Santisteve ha violentado la norma, la ha retorcido utilizándola con propósitos autoritarios, propios de caudillajes y dictaduras poco recomendables.
Los socialistas rechazan de plano este comportamiento y además de solicitar la convocatoria de un Pleno extraordinario para analizar la situación creada en el consistorio zaragozano, va a tratar de coordinar una respuesta común con el resto de grupos municipales para hacer frente a la mayor crisis democrática que ha tenido el Ayuntamiento de Zaragoza en las últimas cuatro décadas de historia.