La Comisión de Acción Social ha sido hoy tranquila, la bancada de la derecha estaba desierta. No ha sido óbice para que Ros Cihuelo y Chema Arnal hicieran su trabajo con la profesionalidad de siempre. Los temas lo merecían: fútbol femenino y la desigualdad en el deporte; nuevas instalaciones deportivas demandadas por los jóvenes y actividades que inciden en formas de vida saludable, ocio, creatividad e innovación; o instalaciones tradicionales que se reabren, como es el CDM Gran Vía, pero que suscitan dudas acerca de la suficiencia de la plantilla de personal o las cuotas.
Ros ha vuelto a insistir en temas fundamentales en la calidad de vida de los más vulnerables, la preservación de sus derechos y la defensa de su dignidad: mayores y soledad; los recortes en cooperación en el presupuesto aprobado por la derecha con la inestimable -o la muy estimable- colaboración de la extrema derecha; las ayudas de urgencia que pasan a capítulo 4 del presupuesto, ese capítulo de subvenciones y convenios en el que las someten a concurrencia competitiva sacándolo del gasto corriente. O la cuestión del refuerzo de la policía local para hacer efectiva la participación del Ayuntamiento de Zaragoza en el programa Viogen, comprometido por este gobierno, pero siempre pospuesto.
Cuando acabamos, derecha no estaba ahí.