El responsable del área de Economía y Cultura del Gobierno de Zaragoza, Fernando Rivarés, deberá volver a incluir en el Registro del Ayuntamiento, en el plazo de un mes, las facturas que hacen referencia a la deuda que mantiene el Ayuntamiento de Zaragoza con Ecociudad de Zaragoza por el equipamiento del CUS (ordenadores, muebles y decoración) si quiere que la próxima Junta General apruebe las cuentas de esta sociedad.
Todos los grupos, con la excepción de Zaragoza en Común, han votado a favor de este anexo que incluye además la obligación de recoger en la Memoria de Ecociudad la deuda que mantiene el Ayuntamiento de Zaragoza y la obligación de la Sociedad de reclamar el pago de la misma al consistorio.
De esta manera, la decisión de los grupos obliga a “retrotraer” o “anular” el decreto del Consejero de Economía que elimina la existencia de las facturas y, por lo tanto, su reconocimiento. No obstante, los grupos han solicitado también un informe a Intervención para que analice la reclamación de los pagos por parte de la sociedad municipal.
La concejala socialista Lola Ranera ha asegurado que los movimientos que ha propiciado en los últimos días el Consejero de Economía, Fernando Rivarés, “son una argucia grosera para tratar de que al Gobierno de ZeC no se le incremente el periodo medio del pago a proveedores”.
Esta intención que se ha puesto sobre la mesa en el Consejo de Ecociudad se ha definido por los grupos como “revisionista” y ha generado mucho malestar entre la oposición, que se ha preguntado en qué posición quedaba el Ayuntamiento cuando durante tres años ha reconocido estas cuentas y esta deuda que mantiene con Ecociudad.
Lola Ranera aludió a la “incompetencia del equipo de Gobierno que no sólo no sabe cómo gestionar las cuentas municipales, sino que además tiene que echar mano de las malas artes, sembrando dudas y sospechas y reabriendo debates sobre obras que se aprobaron por unanimidad hace diez años para tratar de justificarse ante la sociedad y ante los medios de comunicación”.
En este sentido, se ha constatado en la reunión la existencia de suficientes documentos que acreditan la deuda que contrajo el Ayuntamiento hace cuatro años con Ecociudad, así como los que acreditan la recepción de los trabajos y su inclusión en el inventario.
Por eso, y tras la aprobación de los tres puntos del anexo, se ha dado el plazo de un mes al consejero de Economía para reconducir su propuesta si quiere que en la próxima Junta General se aprueben las cuentas de Ecociudad Zaragoza.